Peter Hutchinson
- En los Hamptons, conocidos por las suntuosas mansiones de ricos y famosos, una tribu nativa estadounidense lucha contra la última amenaza para lo que queda de sus tierras ancestrales: el cambio climático.
- Los Shinnecock ("gente de la orilla de piedra", en su lengua), han vivido en Long Island (este de Nueva York) unos 13.000 años.
- Sus poblados se extendían por el este de la isla antes de que los europeos les arrebataran sus tierras para asentarse y de que las autoridades estadounidenses los redujeran a poco más de 3 kilómetros cuadrados en la península.
- Su territorio se lo está comiendo el aumento del nivel del mar y la erosión costera, haciéndolo cada vez más vulnerable a los huracanes y a las fuertes tormentas.
- "Estamos ante una situación devastadora en que quizá tengamos que reubicar a todo un pueblo que siempre ha estado aquí", dice a la AFP Tela Troge, una abogada shinnecock.
- La Nación India Shinnecock tiene gobierno propio y está reconocida a nivel federal como una tribu de unos 1.600 miembros.
- Más o menos la mitad sigue viviendo en sus reservas, situadas en la Bahía de Shinnecock, al lado de Southampton, conocido por las suntuosas mansiones de multimillonarios escondidas tras portones eléctricos.
- Al lado está el poblado de Shinnecock Hills, así como el famoso club de golf del mismo nombre, que se asienta, según la tribu, en unas tierras robadas en 1859.
- - Inundaciones -
- Ed Terry, de 78 años, que fabrica artesanía tradicional shinnecock con conchas que encuentra en la playa, recuerda que el arena llegaba mucho más lejos cuando era un niño.
- "Se puede ver la erosión. Lo que era antes tierra ahora es agua. Es como si el mar viniera hacia nosotros", dice a la AFP mientras esculpe una cáscara de mejillón para hacer unos aretes.
- Algunas zonas de la línea costera han retrocedido en los últimos años hasta 45 metros, según estudios que cita Shavonne Smith, la directora de medio ambiente de la nación indígena.
- Dice que 57 casas tendrán que ser reubicadas, así como el cementerio situado al borde del mar.
- "Cuando hablamos de trasladar a gente tan dependiente del agua - por razones espirituales, recreativas o de subsistencia - y llevarla al interior nos enfrentamos a un cambio gigantesco, estresante, emocional y dinámico de nuestra esencia", dice Smith a la AFP.
- La tribu estima que el nivel del mar aumentará 1,3 metros para fines de siglo. A eso se suman tormentas cada vez más intensas que generan inundaciones cada vez más destructivas.
- En 2012, el huracán Sandy ya avisó de lo que viene, llevándose riscos de la costa, arrancando tejados e inundando sótanos y cementerios.
- "Hay estudios que muestran que para 2040 habrá un 100% de posibilidades de que todo el territorio de la Nación Shinnecock se inunde por tormentas", dice Scott Mandia, profesor de cambio climático en la Universidad Comunitaria del condado de Suffolk.
- - "Sobreviviremos" -
- Con el fin de preservar sus tierras y su forma de vida, que incluye la pesca y la agricultura, la tribu está tomando medidas para prepararse al cambio climático, construyendo un arrecife de conchas de ostras y colocando gigantescas rocas para que rompan las olas. Asimismo, ha plantado pasto para evitar que la erosión.
- Los miembros de la tribu también contribuyen.
- Troge, de 35 años, es directora del grupo de agricultoras de algas shinnecock, que reúne a seis indígenas que cultivan algas de azúcar para venderlas como un fertilizante natural.
- Las algas ayudan a limpiar las aguas contaminadas que vierten los desarrollos urbanísticos vecinos, absorbiendo el carbono y los nitratos, y que están en el origen de las floraciones de algas tóxicas que dañan la vida marina.
- La recolectora Donna Collins-Smith, con el agua hasta la cintura, dice que se inspiró en sus ancestros que "lo que preservaron para nosotros".
- "Lo estamos recuperando de una muerte segura", dice esta mujer de 65 años.
- Mandia, coautor de un libro sobre el aumento del nivel del mar, lamenta que las comunidades marginadas "que son las menos responsables" del cambio climático sean "las que más van a sufrir" y aunque aplaude los esfuerzos que realizan, simplemente están "ganando tiempo" antes de que su tierra se vuelva invivible.
- Terry, el artesano septuagenario, se pregunta cómo será el futuro de los shinnecock, pues las fronteras de las tribus ya están delimitadas.
- "No tenemos terreno más alto", dice, aunque está seguro de una cosa: "somos gente fuerte y sobreviviremos".
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